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Durante los años podemos observar varios avances entre los que están los siguientes:

Científicos descrubren un antiguo sistema solar muy parecido al nuestro.

El telescopio Kepler de la NASA sigue con su racha de buenas noticias, dado que descubrió un antiguo sistema solar con características muy similares al nuestro. Los científicos encontraron primero una estrella a la que se llamó Kepler 444, la cual tiene orbitando a su alrededor 5 planetas del tamaño de la Tierra.

Este sistema solar se formó hace 11 200 millones de años, siendo el sistema más antiguo de este tipo en encontrarse. Esto significa que cuando la Tierra se formó, los planetas de este sistema ya eran más viejos de lo que nuestro planeta lo es ahora.

El descubrimiento puede darnos pistas sobre la posibilidad de vida en otros sistemas parecidos al nuestro, así como la formación de nuestro propio Sistema Solar. Sin embargo, esto no significa que haya vida en los planetas descubiertos, dado que orbitan a una distancia que los pone por fuera de la zona habitable, demasiado cercana a su estrella.

El descubrimiento nos da la pauta de que los planetas pueden formarse en condiciones muy diferentes a las que se encontraba nuestro Sistema Solar en sus comienzos. Esto puede variar los cálculos previos sobre la cantidad de planetas estimados en nuestra galaxia y también en otras.

Para encontrar estos cinco planetas, Kepler tuvo que utilizar el método de tránsito astronómico, mediante el cual los cuerpos pasan por delante de su estrella causando que la luz disminuya, y por tanto que podamos encontrarlos.

Sin embargo, la edad de la estrella debió ser medida a través de la astrosismología, detectando las resonancias naturales causadas por las ondas de sonido. Las resonancias causan un cambio en la luz de la estrella que es utilizado para medir el tamaño, la masa y la edad.

 

Usando los datos de Kepler de la NASA, los científicos descubrieron un sistema solar con planetas del tamaño de la Tierra que remotan al principio de la Galaxia.

Kepler 444 es una estrella como el Sol, se formó hace unos 11.2 mil millones de años y tiene 5 planetas entre los tamaños de Mercurio y Venus orbitando a su alrededor.

La mayor nube de lluvia del universo

Una nube puede ser tan enorme como desees imaginar, ¿pero qué si te digo que la mayor nube de lluvia del universo se encuentra flotando en el cosmos? Se trata de la reserva acuática más grande que exista hasta la actualidad, una gran nube de vapor que flota en el espacio y contiene 140 millones de veces más agua que todos los océanos de la Tierra juntos. Lamentablemente se localiza a 10 mil millones de años luz de nuestro planeta.

Existen estrellas frías

Hagamos un experimento: ¿qué temperatura te viene a la mente cuando te digo la palabra estrella? Sin dudar, me dirás que una muy elevada. Y es que nuestro sol arde con tanta intensidad y las estrellas que conocemos son astros tan calientes que no podemos imaginar uno de estos cuerpos fríos. Pues bien, existe una estrella fría, pues no comparte con sus hermanas dicha propiedad. Se le ha llamado WISE 1828+2650 y no sobrepasa los 27º C, lo que significa que allí podríamos andar en camiseta y pantalones cortos.

La gigantesca mancha que dejó el Big Bang

Por medio de telescopios complejos, los astrónomos han descubierto una imagen venida del pasado: se trata de una enorme masa compuesta de gas, o al menos eso se cree, que se formó después del Bing Bang. Es un cúmulo galáctico con una extensión de 200 millones de años-luz. Esta mancha gigantesca posee una especie de tentáculos, galaxias y burbujas de gas, de alrededor de 400 mil años-luz. Estas galaxias se encuentran cuatro veces más aglomeradas que todas las galaxias conocidas en el universo.

Un planeta compuesto de diamante

Otro fenómeno astronómico que nos dejaría boquiabiertos: existe un planeta compuesto de diamante. En el pasado, este objeto formaba parte de un sistema binarario, esto es, de dos estrellas, pero fue engullido por su compañera hasta convertirse en una gema gigante, donde en lugar de agua y oxígeno encontraríamos grafito, diamante y otros silicatos. Se le considera una super-Tierra, pues tiene dos veces el tamaño de la Tierra y ocho veces su masa.

Gliese 436: Un planeta de hierlo ardiente

Gliese 436 b es un planeta asombroso. Se trata simplemente de un gran cubo de hielo ardiente. El agua se mantiene en estado líquido porque hay mucho del preciado líquido en el planeta y, como la gravedad tira de este hacia el núcleo, las moléculas se mantienen muy densas y no hay posibilidad de que se evaporen.

El gran grupo cuásar: rompiendo las leyes de la astronomía

Gran grupo cuásar, una gigantesca estructura cósmica cuyas dimensiones rompen con todas las leyes de la astronomía. Para que tengas una idea: toma el tamaño de la Vía Láctea ―100 mil años-luz― y luego multiplica esta cifra por 40 mil. Ahí lo tienes, este evento astronómico tiene una magnitud de 40 mil millones de años-luz. Se trata de un cúmulo de 74 cuásares. Los científicos no tienen la más remota idea de cómo pudo formarse semejante conglomerado.

Si existiera vida en el planeta del sistema 30 Arietis (30 Ari), sus habitantes podrían disfrutar de un ocaso cuádruple. Hasta ahora se pensaba que el enorme cuerpo gaseoso, que tiene 10 veces la masa de Júpiter, estaba rodeado por tres soles. Científicos de la NASA han descubierto recientemente un cuarto astro.

30 Ari fue observado por primera vez en 2009 y se localiza en la constelación de Aries, a 136 años luz de la Tierra. Está formado a su vez por dos conjuntos dobles: 30 Ari A se compone de dos pequeños astros que giran uno en torno al otro y 30 Ari B, de un planeta y otro par de estrellas. Una de estas últimas constituye el nuevo descubrimiento de los investigadores del Observatorio Palomar en San Diego.

Se trata del segundo sistema cuádruple conocido. El primero, KIC 4862625, fue encontrado en 2013 por un grupo de científicos aficionados que analizaban los datos públicos de la misión Kepler de la NASA. El nuevo hallazgo sugiere que este tipo de agrupación es más frecuente en el universo de lo que se pensaba.

El objetivo de los expertos responsables del descubrimiento es comprender el efecto que producen varias estrellas madre en los planetas jóvenes. Sostienen que las brillantes compañeras de viaje podrían influir en las órbitas de los cuerpos debido a la atracción por gravedad.

dfh